"Si un libro es especial para alguien, vale la pena que lo hayan escrito"
Laura Gallego.
20/06/13
Acabo de terminar El Libro de los Portales de Laura Gallego.
Lo empecé hoy en la mañana. Tenía muchos trabajos (los tengo todavía, de hecho) pero pensaba solo leer un rato y terminar el fin de semana. Ese era mi plan y, es evidente que no funcionó. Nunca empiecen un libro pensando que no van a terminarlo pronto.
A pesar de que Laura se convirtió desde hace años en mi autora favorita viva, había olvidado lo mucho que la adoraba. El libro me atrapó y no me dejó escapar.
Hay autores que me gustan, autores que considero excelentes, y también de mis "favoritos", pero hay pocos en los que, más allá de las razones racionales, puedo decir que amo.
Laura Gallego es una de ellas.
¿Por qué?
No es fácil contestar a eso. No hay un porqué. Pero puedo intentar contarles un poco.
Para empezar, Laura cambió mi vida radicalmente.
La gente que amas, siempre te marca, de alguna u otra forma.
Esto fue hace casi cinco años. A mediados del 2009. Lo recuerdo porque era mi primer año de universidad. Estaba en la capital, no conocía a nadie y desde que me compraron mi primera laptop, apenas salía de mi cuarto. Y tenía MUCHO tiempo libre.
Cómo conocí a Laura
Fue con Memorias de Idhún: La Resistencia.
Era la época en la que descubrí los libros de fantasía y busqué recomendaciones por todos lados. Una de las tantas preguntas de Yahoo Respuestas sobre este tema, me llevó con ella.
Empecé La Resistencia y debo admitir que no fue de mis favoritos. Lo dejé en los primeros capítulos y no volví a verlo hasta después de varias semanas, cuando estaba de vacaciones y no conseguía encontrar otra cosa. Y allí seguía la gente, diciendo que Laura Gallego era una gran opción. Finalmente, y como gran parte del mundo internauta funciona por
recomendaciones, volví a ella.
El amor por escribir
Terminé la Resistencia con un extraño sabor de boca. Por un lado, la redacción del libro no terminaba de convencerme. No sé, me aburría su
simplicidad. Así pues, fue un libro que me gustó pero no me inspiraba a continuarlo (a excepción de por unos pocos personajes interesantes).
Sin embargo, hubo algo que me empujó hacia los siguientes libros, algo que no podía explicar en ese momento, pero que sentí de una forma contundente: la pasión.
El libro podía no tener la mejor prosa del mundo, la historia podía resultar previsible o sorprendente dependiendo del momento, los personajes podían ser geniales o aburridos...nada de eso importaba, porque había algo que brillaba más que todo eso: se adivinaba en cada página, en cada párrafo, en cada letra. Casi podía ver a una joven Laura Gallego perdiendo la noción del tiempo mientras escribía con una sonrisa en los labios.
Ese libro destilaba amor.
Dicen que en la comida, el
amor es un ingrediente clave, aunque no esté en la receta.
Yo creo que en los libros, hay un componente parecido: cuánta pasión tiene el escritor por lo que escribe.
No niego que hay autores que tienen escritos geniales y tal vez ni siquiera le ponen ganas, pero un lector podrá reconocerlo. No sabrá explicarlo, tal vez, pero alguna parte de él lo sabrá. El problema es que a veces se hacen las preguntas incorrectas. "¿Te gustó el libro?" "¿Te pareció bueno?" "¿La trama te atrapó?" "¿La prosa del autor es refinada y llena de metáforas complejas?" "¿Ganará el nobel?". Podría decir que no a casi todas con La Resistencia, pero nadie me pregunta jamás: "¿Crees que el autor dejó un poco de su corazón y un pedazo de su alma entre sus páginas?".
Por esta razón, me aventuré a leer Triada, la segunda parte de Memorias de Idhún. Nunca un libro me fascinó tanto. Era evidente lo MUCHO que Laura había mejorado.
Aún recuerdo el momento en el que supe que la amaba. Fue justo a la mitad del libro, cuando Sheziss intentaba explicarle a Jack la dificultad de elegir. Para Jack era muy simple, tenías dos opciones, elegías una. Pero esta shek me llevó a otro nivel:
«Ah, te ayudaré a entenderlo -se ofreció, con una sinuosa sonrisa-. Si tuvieras que
elegir entre tus dos pulmones, ¿con cuál te quedarías?»
-Pues... -empezó Jack, desconcertado, pero Sheziss lo interrumpió.
«Piénsatelo bien -dijo, y sus ojos relucieron malévolamente en la penumbra-. Porque
en cuanto te hayas decidido por uno de los dos, te arrancaré el otro.»
Si alguien ha leído el libro y comprendió lo complejo de la naturaleza de los unicornios acerca del concepto de "dar", sabrá la importancia de esa simple frase.
Con Panteón, quedó confirmado que ella me maravillaba. Sus giros argumentales me cambiaron el mundo. No digo que pasen cosas increíbles y nunca antes leídas, solo que sus reflexiones, su forma de decir "todos tenemos algo de malo y algo de bueno", calaron en mí.
De cómo Laura me cambió la vida
Yo escribo un libro. Lo llamo "el libro de mi vida". No porque sea una autobiografía, sino porque es...el Harry Potter de mi J.K.Rowling interior. De hecho, en mi computadora se llama "una historia interminable" porque siento que nunca acabo.
Mi libro era sencillo al inicio. Plano y sin muchas vueltas. Lo escribía....no sé por qué. Después de Laura Gallego, empecé a amarlo de verdad. Mis personajes dejaron de ser nombres y una lista de características, cobraron vida. Mis villanos dejaron de ser malos porque sí, o malos porque alguien los hizo así, o ser fríamente lógicos y hacer las cosas con un plan perfectamente sustentado...tuvieron todo.
Fue al mejorar ese libro que pude empezar con otras ideas más pequeñas y "a corto plazo", fue con eso que mi amor por escribir se encendió.
Fue por eso que ahora tengo un libro publicado (gracias Ediciones Frutilla) y muchos más (casi veinte) en diferentes estados de escritura.
No digo que vayan ahora mismo a leer a Laura Gallego (aunque deberían) y que les pasará lo mismo. Porque tal vez soy solo yo.
El amor es complejo.
El amor puede ser uno solo y, al mismo tiempo, diferente para todos.
Solo quería escribir algo sobre Laura porque siempre quise poner en palabras lo que sentía por ella y ahora todo confluyó para que lo hiciera. Porque le debo mucho.
Si tiene algún autor que amen de esta misma forma,
lo sabrán.
Después de Memorias de Idhún
Desde que terminé Memorias de Idhún, leí todos y cada uno de los libros que Laura escribió. Desde los más conocidos, hasta los que ella misma publicó en su web, los que no fueron publicados por editoriales, los que ella escribió cuando era pequeña.
Con cada libro, me sorprendía más.
El libro podía ser simple y tranquilo, pero era cómo me llegó a mí de una forma particular.
Cada vez que creía haber llegado a decidir algo sobre ella, Laura me cambiaba la perspectiva de la vida.
Me pasó, por ejemplo, con La hija de la noche. Era un libro diferente a la fantasía a la que estaba acostumbrada. Era un policial y lo empecé con el mismo interés de quien lee a Agatha Christie. Un caso raro, un detective, alguien de quien todos sospechan pero que el detective no considera culpable (y esto hace automáticamente que el lector tampoco) y pistas extrañas. Como amante de estos casos y orgullosa de haber descifrado El misterio del cuarto amarillo de Leroux antes de que el libro lo revelara, empecé a elaborar repetidas hipótesis cada una más fantasiosa que la otra, pero todas lógicas y perfectamente razonables. Quería terminarlo y esperaba que no fuera ninguna, que Laura me diera una solución brillante y razonada, digna de Sherlock Holmes.
Pero al final del libro, ella parecía burlarse de mí. Pero no en mala onda, sino con la misma mirada de un profesor que le da vuelta a tus respuestas para hacerte otra pregunta. Para mí, en ese libro, Laura me estaba diciendo: "¿Por qué siempre el intento de racionalizar todo, aunque las pistas digan lo contrario?"
Muchos autores de fantasía me lo había repetido mil veces: "Los humanos ven lo que quieren ver con tal de cerrar sus ojos a la fantasía, a lo que es sobrenatural y temen", pero solo con ella me di cuenta del alcance de esta frase.
Donde los árboles cantan
¿Saben? (Obviamente no)....No leía a Laura desde hace (¡dioses!) un año y medio, cuando salió Donde los árboles cantan. Esta novela fue una de las primeras que Laura anunció que llegaría a Sudamérica. Me obsesioné. Ahorré sin cesar, calculando un costo aproximado (los libros en mi país son caros) y esperé pacientemente a la fecha de salida.
La página web anunciaba una fecha pero decidí darle un par de días más, por si acaso.
Recorrí la mitad de las librerías existentes sin resultados. Finalmente, escribí a SM. No me respondieron, pero no me desanimé y llamé. Después de pasarme con cinco diferentes personas, finalmente me contactaron con un chico que supo decirme que no iba a encontrar el libro porque aún no llegaba.. Ni siquiera me atreví a exponer mi reclamo fundado en "pero la página web decía que...." y lo acepté. El chico me dijo que no estaba seguro, pero que no debería pasar de la próxima semana. Esperé. Pero a la semana tampoco llegó. A partir de ese momento, llamé incontables veces al pobre joven, tantas que me dio directamente su número de anexo para que dejara de incomodar a recepción pidiendo hablar con él. Esa llamada empezó así: "¿Hola?" "Hola..." "Ah, la chica Laura Gallego". Solo en ese momento me di cuenta de cuánto realmente estaba insistiendo.
Una vez incluso me dio un dato equivocado. Me dijo que el libro estaba en una feria del libro. Atravesé media ciudad al instante pare descubrir que no lo tenían.
Lo llamé para decirle que no estaba y me sorprendió que me dijera que tenía razón. Imagino que tan poca gente compra libros en mi país que creyó que estaba bromeando, que seguramente no iba a comprarlo. Supo disculparse y me pidió mi número para avisarme en cuanto pudiera.
El día que llamó, corrí desesperada a la librería que me indicó. Casi solté un grito cuando vi que en la puerta un afiche anunciaba la llegada del libro. Me acerqué a un trabajador y pregunté dónde estaba. Era una larga pila de libros. Tomé el primero y me acerqué decididamente a caja para pagarlo. Iba tan rápido que casi me llevo un estante conmigo.
Lo leí de un tirón esa tarde. Y confirmé que me encapsulaba.
Seguí con la saga de Lorris el Elfo. Luego intenté empezar "Mago por casualidad" pero no la encontré en mi país y como no estaba en internet, decidí esperar. Aquí sigo, esperando.
Ahora acabo de terminar El libro de los Portales y conforme avanzaba, me fascinó cada vez más.
Me sorprendía cómo con cada cosa que yo estaba imaginando, Laura lograba encontrar algo para desconcertarme. Apareció Yiekele, por ejemplo. (¡Lean el libro!)
Siempre me ha pasado así y sospecho que Laura seguirá cautivándome siempre. Es como es. Desde entonces, siempre que leo un libro que me gusta, que recomiendo, que admitiría que es bueno, tiene todo bien trabajado, que ganaría concursos pero al que "le falta algo" inexplicable, sé lo que es: una parte de mí me susurra al oído que ese autor, en el fondo, no amaba esa historia.
Algún día...
No sé si llegue a leerlo alguna vez, pero algo es seguro:
Algún día, voy a ahorrar dinero.
Algún día, voy a cruzar este insondable océano e ir a España.
Algún día, la encontraré en una Feria, o en la presentación de un libro, o recibiendo un premio, pero la encontraré.
Será el mismo día en que haya una firma de libros.
Ese día, llevaré una copia de la Resistencia y haré la cola que sea necesaria.
Y ese día, también, mientras le extienda el libro, le diré: "Tú me cambiaste la vida. Gracias".
No sé si lo entienda, tampoco lo esperaría. Tal vez es como dijo algún autor, sobre que los lectores veían cosas en sus obras que ellos nunca plantearon, pero es el tipo de aventura que quiero realizar. Y será de esas veces en las que algo tan simple, puede dejarte ser libre.
De nuevo, gracias Laura.
PD. Hay algo que aún adoro, cada vez que leo, porque me dio una respuesta a mi inseguridad, a leer libros para jóvenes, a dejar los clásicos y cambiarlos eventualmente por fantasía juvenil. A combinar en mis estantes a Kakfa y Cassandra Clare, a Saramago y Jillian Dodd, a Dumas y Kody Keplinger, a grandes y grandes de diferentes mundos.
Aquí les dejo un gran discurso:
http://www.idhun.net/noticias/523/discurso-de-laura-gallego
Mi parte favorita es:
¿No es un contrasentido que reconozcamos todos la importancia de la lectura en la infancia y la adolescencia y, al mismo tiempo, la sociedad en general menosprecie los libros que los niños leen?
Yo solía estar avergonzada de confesar ante mis amigos más "cultos" que leía libros juveniles y "tontos". Ahora solo sonrío, los miro a los ojos y digo: "Sí, los leo,
¿y qué? Son increíbles."